Hoy os quiero contar como empezó mi etapa en el colegio. Cómo ya os imagináis, quienes toman las decisiones en estos temas son los padres, y por eso debido a mi enfermedad preferían que fuese a un colegio de integración que se adaptase a mis necesidades.
Mi padre era mucho más reacio a llevarme que mi madre, porque le daba miedo que me pasase algo. Finalmente, el empeño de mi madre (las madres siempre llevan razón), hace que me lleven al Colegio Monte Tabor de Pozuelo de Alarcón (Madrid).
¿Sabéis la primera pregunta que hice? ¿Tenéis Biblia?. Porque de pequeño me encantaba leerla.

En el primer mes todos tienen curiosidad por saber lo que tengo, y a mi, que me encanta hablar, les digo que menos salir a correr, hago de todo. Empiezo a sentirme uno más de la clase.
Los dos primeros años estudio simplemente escuchando, pero como ya sé leer, y escribir no me supone ningún problema, para que lo entendáis mejor, todo lo que tendría que tener bueno en el cuerpo, lo tengo en el cerebro, tengo el cuaderno de apuntes en mi cabeza.
No penséis que me libro de hacer exámenes. La única diferencia es que los míos son orales. Me acercaba a la mesa del profesor y respondía a las preguntas del examen.
El tercer año me ponen un ordenador en una mesa alta y yo con las manos lo manejo como puedo. Como este invento no funciona, porque no me entero bien de la clase, cambian el ordenador por un atril, en el que apoyo el libro y el cuaderno. Esto me viene fenomenal.
Gracias a eso empieza mi pasión por la lectura, leo dos libros al mes por lo menos.
Paso todo el día en el colegio. Incluso, como allí, lo que es una odisea porque me doy cuenta que no trago bien, tardo mucho, me lleno enseguida... Menos mal que en 3º de Primaria me ponen un botón gástrico en el estomago que solventa todos estos problemas.
También me apetece que sepáis que aquí empieza mi afición por el fútbol. No hay día que no juegue en el patio con mis amigos. Os preguntaréis como lo puedo hacer. Pues muy fácil "las ruedas de la silla son mis pies". Llego a marcar 36 goles en un solo curso y me llevo el "pichichi" sin despeinarme.
Me lo paso tan bien que cuando llega la hora de irme a casa, quiero quedarme.
Poco a poco empiezo a tener mi grupo de amigos, con los que juego todos los días, voy a sus casas y a sus cumpleaños.
En esta primera etapa de colegio, quiero agradecer enormemente a todos los profesores, compañeros y dirección del Colegio, por todo lo que me han ayudado.
Espero que os haya gustado.
Pichichi.. sin despeinarme!! Me encanta!!
ResponderEliminarMuchas gracias Val, ja, ja
EliminarHechos el uno para el otro. Monte Tabor para Andrés y viceversa
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Tienes toda la razón
EliminarUn orgullo haber sido tu director en esa etapa, alumnos como tú hacen grande el colegio.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. El orgullo es mío por haber tenido un director tan bueno como tú
EliminarQué importante es el cole!! Con el cariño que hablas de esa etapa de tu vida se ve que fuiste muy feliz allí. Enhorabuena a tus profes, compañeros,etc por ayudarte
ResponderEliminartanto. Seguro fuiste un alumno excelente. Y 36 goles!!!, la leche.
Muchísimas gracias. Fue una etapa muy bonita.
Eliminar¡Eres un crack, Andrés! Cuánto tenemos que aprender de ti. Gran iniciativa este blog para que todos te conozcamos mejor. 😘😘😘
ResponderEliminarMuchas gracias. que alegría que te guste. ¿quién eres?. Te lo pregunto porque sales como anónimo
EliminarLo de pichichi sin despeinarse es genial. Y que tengas un cuaderno de apuntes en la cabeza es una suerte! Eres genial Andrés! Sigue con tu blog.
ResponderEliminarMuchas gracias Teresa. Genial eres tú. Me alegro que te guste
EliminarQué buenooo! Se me va a hacer larguísima la semana esperando al viernes!
ResponderEliminarMe encanta como escribes, me encanta el blog. .. y me encantas tú.. .
Qué lecciones das. .. Estoy segura de que eres un Ángel camuflado con calcetines de colores!
Muchísimas gracias Marta. Ya no tienes que esperar porque hoy sale mi nueva entrada. Y tú mi hada madrina!!
EliminarEres mi ídolo
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